Sin ninguna duda puedo aseverar que los estados de ánimo son contagiosos ya que las emociones generan acción. Por lo tanto, si una persona que se relaciona en un equipo de trabajo se encuentra en un estado de ánimo de entusiasmo, optimismo y confianza contagiará energía al grupo y ésta incrementará la efectividad del equipo.
Por el contrario, si estuviese en un estado de ánimo de resentimiento o temor contagiará negatividad al grupo y ésta condicionará la efectividad del equipo. Sigue leyendo
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